No vas a ver, ni oír, más allá de lo que tu mente quiera ver y oír.
Crees muchas veces estar seguro de lo que ves y oyes, pero todo ello está condicionado en parte por tu mente. Una mente que te acostumbra a creerte que te “facilita las cosas” cuando en realidad te lleva por el camino que ella percibe y necesita, como modo de supervivencia.
Tal vez pienses en la evolución del ser humano y que ello es lo verdadero, pero alguna vez te has parado a pensar que tal vez ¿no es mas que una evolución tecnológica y que esa evolución tecnológica puede también afectar al cerebro haciéndolo cada vez mas vago, perezoso y a su vez controlador de tus sentidos y con ello tus acciones?
¿Te ha pasado en alguna ocasión que te han preguntado y has contestado algo que no es acorde a la pregunta, sino que dicha contestación está basada en algo que ronda tu cabeza o bien en una rutina de respuestas mecánicas? En ese momento ¿quien ha oido la pregunta?
¿Por qué también hay tantas formas de ver las cosas? Se dice que según la perspectiva, tal vez también por experiencias vividas anteriormente. En tales casos ¿quien observa las situaciones?
Hay múltiples formas de explicarlo para poder llevar la razón. Pero ¿Cual es el sujeto que quiere llevar la razón? ¿No será tal vez otra mente ofuscada, que no te permite ver ni oír?
Si piensas que realmente mandas en tu mente, te propongo algo. Seguro que hay algo que quieres cambiar en tu vida, algo que deseas con respecto a tu persona, sin necesidad de involucrar a nadie para que tu mente no tenga la brillante idea de hacerte culpar a la otra persona de tu propia impotencia ante tu mente. Para ello intenta hacer ese cambio que tanto anhelas y que te gustaría realizar, observarás que aparecen todos los miedo inimaginables como películas de terror o tal vez sutiles, pero que de igual forma te paralizarán para que no lo realices.
En este proceso descubrirás (si eres consciente) que tienes varias formas de percibir la experiencia. Verás cosas que no hay y oirás cosas que no se dicen. Tu mente se defenderá de todo lo que no le interese.
Si descubres por un momento que los Sentidos pueden estar controlados por tu mente, en tal caso tienes la oportunidad de realizar cambios y con ello poder comenzar a educar a tu mente. Comenzando por entenderla, pues ella no está haciendo nada mas que lo que siempre le has pedido, comodidad y con ello le estás cediendo tu control.
Plantéate el comenzar a observar de forma diferente, intentando percibir los colores y las formas, con la duda de si realmente son así, o si estás percibiendo a través de modificaciones mentales para que te resulte atractivo, repulsivo o indiferente. Descubre el mundo, no lo imagines.
Con el oido, simplemente es pararse a escuchar. Escuchar con calma y después responder. Ese espacio de calma te aportará el tiempo necesario para controlar lo que realmente estás oyendo.
Si persistes, el control de los Sentidos pasará al Atman y con ello las decisiones serán tomadas desde un estado de Paz y Armonia que se implementará en tu entorno.
Namasté
Arhat