Contemplar... es práctica de observar, diferente a cómo antes se veía, u oír escuchando con plena atención, para no emitir ningún juicio, tan solo observar lo que se percibe a través del objeto observado.
En principio, en la comunión con el objeto y dependiendo de cuál es su naturaleza, puedes observar una emoción diferente que poco a poco debes ir diluyendo para quedarte en simple observación, solo cuando esa emoción se diluye completamente, comienza la siguiente fase, y es ver el objeto como algo con presencia propia como materia, en esta fase comienzan a salir más juicios, como formas, nombres, etc... que debes dejar a un lado si quieres continuar con la Contemplación.
Si has conseguido diluir emoción, forma, nombre, comenzarás a descubrir como ha cambiado la relación que antes tenías con el objeto observado.
A partir de ahora se tata de mantener la Comunión con el objeto, viendo sin ver y sintiendo sin sentir, se crea una sensación de unidad, de no poder definir quien es el observador y quien el objeto. De hecho realmente que sentido tiene ser cualquiera de las formas, pues son eso, formas en la materia, pero integridad con todo en su esencia.
Si has llegado a esa Comun-unión con el objeto podrás levantar la mirada y sentir como es lo mismo con todo lo que te rodea. Te podría decir que disfrutaras de ese estado, pero si has llegado realmente comprenderás que no se puede disfrutar, pues la palabra disfrute solo tiene sentido para el yo y en este caso no se percibe el yo, sino el Todo, la Plenitud o mas bien la Completitud.
