Vivir en un supuesto mundo donde estas tres apariencias se van conmutando día tras día, puede ser un caos para algunos de los que compartís por decirlo de algún modo, esa dimensión que percibís. Otros por el contrario os adaptáis sin el más mínimo esfuerzo.
¿Que os diferencia a unos de otros? Simplemente la decisión con la que se toma el camino. El cual no tiene por qué ser el amor y la compasión, sino que también puede ser el orgullo y la prepotencia.
Todo un “Sin Sentido” pues en las dos elecciones existen las dos conclusiones. El caso es que todo se mueve y experimenta desde un estado de sueño y sólo el despertar te permitirá salir de ese sueño.
Si decides el estar dormido, te permitirá experienciar los estados. Euforia y desesperación, pues los dos van unidos. Nunca podrás elegir sólo uno. Con lo cual disfrutarás de la vida, tanto como la sufrirás.
Si deseas Despertar, para ello primero tienes que saber que estás dormido, que en los sueños no eres dueño de ti, y que en ese estado no puedes decidir coherentemente.
En la dimensión que habitas, existen tres tipos de existencia.
Onhirica: se reconoce seguido al despertar ficticio, cuando das por hecho que es un sueño, pues a continuación viene el estado de vigilia.
Ensoñación: donde te mantienen tus pensamientos creyéndote y creándote otras realidades.
Vigilia: al parecer crees estar despierto, donde la única diferencia ante los otros dos estados anteriores, es la creación de un personaje dotado de creencias y dogmas basados en ideas y pensamientos de otros personajes.
Tu vida está basada en esos tres estados de sueño. Duermes, te levantas y ensueñas para después dormir, levantarte y ensoñar. Todo un ciclo donde la Ilusión y la desilusión conviven en un Abrazo fraternal.
Arhat